Tanto NB-IoT como LTE-M (también conocida como Cat-M1) son redes celulares de última generación del tipo LPWAN (Low Power Wide Area Network), específicamente diseñadas para proporcionar conectividad en el IoT (Internet of Things).  El 3GPP es el organismo que regula estos dos estándares, y el resto de estándares de comunicaciones celulares. Ambas tecnologías se contratan con un operador de Telecomunicaciones,  requieren tarjeta SIM, y utilizan bandas de frecuencia exclusivas, en las que nadie más puede transmitir señales. Sin embargo, no son iguales.

LTE-M ofrece mayor velocidad de comunicación, permite movilidad y comunicaciones de voz, pero el coste de los transceptores radio es mayor y la duración de las baterías menor. Por su parte NB-IoT ofrece una velocidad menor, no está pensada para conectar objetos con movilidad, pero permite diseñar dispositivos de muy bajo coste y con mayor duración de baterías. Aunque ambas tecnología son aplicables para diseñar Controladores de Luminaria, NB-IoT ofrece ventajas. Por esta razón, la mayoría de los operadores en Europa han optado por desplegar redes NB-IoT, mientras que sólo algunos optan por LTE-M.