Hasta hace poco tiempo, la única función de las farolas de alumbrado público era iluminar el municipio en horario nocturno, sin embargo, eso está cambiando. La disposición geográfica de las farolas, cada 30 o 40 m, a lo largo y ancho del término municipal, así como el hecho de que disponen de alimentación eléctrica, las hace ser candidatas ideales para el desarrollo de otras funciones no relacionadas con el alumbrado.
Si las luminarias de alumbrado público están equipadas con un Nodo de control /como el Tellink TSmarT), éste les permitirá mantener la fuente de luz apagada durante el día mientras que la farola dispondrá de alimentación eléctrica. Esta circunstancia abre un mundo de posibilidades, y puede suponer para los municipios que implementen este tipo de sistemas una fuente adicional de ingresos.
A continuación, se indican algunas de las aplicaciones reales de las farolas como soporte para otros servicios, que están siendo puestas en prácticas por algunos municipios en la actualidad:
Puestos de recarga de vehículos eléctricos: Más de la mitad del parque de vehículos de nuestros municipios no dispone de garaje individual, sino que utiliza las calles, y esto supone un problema para la adopción de Vehículos Eléctricos (VE). Las farolas pueden ser equipadas con estaciones de carga de VE, permitiendo la recarga de vehículos en la vía pública. Esto puede ayudar a impulsar la adopción de vehículos eléctricos al proporcionar una infraestructura de carga conveniente y accesible para los propietarios de vehículos eléctricos, y al mismo tiempo aprovechar la red de farolas existente para la instalación de estaciones de carga, con un coste muy inferior a la instalación de armarios de recarga.
Micro-antenas 5G: Las antenas que usa esta tecnología son mucho más pequeñas (del tamaño de una mochila) que las torres actuales, pero se necesita instalar cientos de ellas comparado con las redes móviles anteriores. Las farolas están ya siendo utilizadas utilizadas como soporte para la instalación de micro-antenas 5G en varios municipios. Esto puede ayudar a mejorar la cobertura y capacidad de las redes de comunicación inalámbrica, permitiendo una conectividad de mayor velocidad y confiabilidad en áreas urbanas y suburbanas.
Zonas WiFi municipales: Son muchos los municipios que utilizan las farolas para la instalación de puntos de acceso WiFi, y así prestar este servicio a sus ciudadanos y visitantes.
Sensores y dispositivos IoT: Las farolas también están siendo equipadas con sensores y dispositivos de Internet de las Cosas (IoT) para recopilar datos en tiempo real sobre diversas variables, como la calidad del aire, la temperatura, la humedad, el ruido y el tráfico, entre otros. Estos datos pueden ser utilizados para el monitoreo y gestión inteligente de la ciudad, permitiendo una toma de decisiones más informada en áreas como la gestión del tráfico, la calidad del aire y la eficiencia energética.
Cámaras de seguridad: Las farolas pueden ser equipadas con cámaras de seguridad para la vigilancia y monitorización de áreas públicas. Esto puede contribuir a mejorar la seguridad en la vía pública, ayudando a prevenir delitos y ofreciendo una mayor sensación de seguridad a los ciudadanos.
Carga de dispositivos móviles: Cargar el smartphone siempre es un problema, especialmente en zonas turísticas o de ocio. Las farolas pueden ser utilizadas para la instalación de puntos de carga para dispositivos móviles, como smartphones o tablets. Esto puede ofrecer un servicio adicional a ciudadanos y visitantes, permitiéndoles cargar sus dispositivos mientras están en la vía pública.
Podemos concluir que la implementación de Nodos de control de luminaria de última generación, como los Nodos TSmarT de Tellink, permiten mantener la fuente de luz apagada durante el día mientras que la farola continuará teniendo alimentación eléctrica. Esta posibilidad, permite pensar en las farolas como un activo municipal, sobre las que se pueden prestar infinidad de servicios distintos del propio alumbrado. Esta posibilidad, añadida al ahorro de consumo eléctrico y reducción de costes de mantenimiento, hace que la implantación de sistemas de control inteligente de alumbrado se convierta, hoy día, en una necesidad para los municipios.